5.5.15

Hugo MONTAÑA. Dos recuerdos y pico.

Domingo... Noche... Silencio...
gritos, peleas y tesoros
de un pasado que pudo ser...
sin quererlo ni creerlo
estoy atado a tu recuerdo... lo que no fue
Papeles y letras encomendadas
para formar álguienes
las esquivo, buscándote
a veces los dolores parecen tan dulces
que algunos mueren con gusto. Dichosos.
Sos una rosa. Maldita.
Y tus espinas no salen sin sangrar...
Te busqué anoche
Fue otro cuerpo. Fue otro perfume
Fue una flor que no quiso ser "Mi" rosa.
El alcohol, clarificador
lo hace egoísta a uno.
El lugar de la noche se hizo juguete.
Mi juguete.
Flor sin espinas pidió promesas
Y mis palabras se disfrazaron
Había aprendido a mentir
a quien lo necesite.
Porque el ojo ya no vigila
si hasta mi hermano aprendió a robar
lo que le corresponde por sudar.
El mal ya no existe
El bien es un billete
que nos sacaron de nuestras manos
Y las mentiras de unos
son las ilusiones de otros.
El ojo ya no vigila
y por eso nuestros días se mueren...
por eso nuestros días nos matan...
como en aquel sueño
donde morían todos juntos
para qué nadie sufra de ausencia...
Ausencia que fue tu recuerdo
encarnado en otra piel
de un sábado a la noche cualquiera.
Sus espinas no lastimaron.
Mis ojos saben desde siempre
que no volveré a verla
y "flor impostora" se quedará soñando
con un médico que la venga a curar
sentada esperando soñar en vida
como buena caprichosa...
porque la vida no es para soñar
es para vivir...
MALDICIÓN.

De puño y letra del autor: Hugo Montaña.

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